Causas
Si bien siempre que
existe una sospecha clínica de
vaginitis, el médico debe realizar diferentes procedimientos
para intentar determinar si hay algún microbio responsable, cuál es,
y qué tratamiento sería el más adecuado, lo cierto es que también se
deben investigar otras causas que irriten la zona genital,
originando molestias e inflamación. Dichas causas se agrupan
fundamentalmente en dos bloques:
-
químicas: algunas cremas que se
utilizan cerca de la vagina o la uretra y determinados jabones
excesivamente agresivos son los principales causantes.
-
traumáticas: en medicina, se denomina
traumatismo a las agresiones físicas externas. Las causas
traumáticas que pueden causar una inflamación de la región
genital son diversas: relaciones sexuales sin la adecuada
lubricación o demasiado agresivas o la práctica de algunos
deportes sin la indumentaria adecuada, son algunas de las más
habituales.
Si bien existen
determinados consejos que se pueden proporcionar a las víctimas de
vaginitis no infecciosas, y que comento más adelante, lo cierto
es que las más importantes, tanto por ser las más frecuentes como
porque a largo plazo pueden ser las que mayores problemas causen,
son la infecciosas.
En primer lugar, hay
que decir que la vagina, igual que la piel, u otras mucosas como la
de la boca, está colonizada por gérmenes. Esto quiere decir que hay
gérmenes que viven en estas áreas prácticamente desde que pasan unos
días tras el nacimiento. Estos gérmenes no sólo no son nocivos
cuando estamos sanos, sino que además nos ayudan a no contraer
infecciones por otros microbios más agresivos, mediante diversos
mecanismos. Por eso, no es beneficioso intentar eliminarlos de su
ubicación. Los conocemos como "flora saprofita".
El problema viene cuando o bien son insuficientes las diferentes
defensas que tenemos, y un microorganismo extraño consigue
infectarnos, o bien un germen "amigo" que habitualmente tenemos bajo
control y nos ayuda, se descontrola, crece más de la cuenta y se
comporta como un enemigo. Esto sería un "desequilibrio" de la flora
normal.
Ciertos grados de
flujo vaginal son normales y no indicativos de infección. Dichos
flujos son causados por la microflora (microbios) que coloniza desde
el nacimiento el aparato genital de la mujer; estas secreciones
pueden tener un olor "característico" y una cantidad normal que
depende de cada mujer. Las infecciones que causan vaginitis pueden
afectar a tres estructuras que son: vulva, vagina y cervix (cuello
uterino).
Los microorganismos
que forman el flujo vaginal pueden ser desequilibrados por varios
factores: Ciclo menstrual, actividad sexual, el parto, la cirugía,
los antibióticos, los anticonceptivos hormonales, los dispositivos
intrauterinos y las enfermedades que disminuyen la inmunidad
(defensas).
Síntomas
Es importante saber
que puede no dar ningún síntoma, o sólo algunos de los que contamos,
o incluso pequeños grados de varios de ellos pero que, por poco
molestos, nos pasen desapercibidos. Por ello, ante la mínima duda se
debe consultar, sin esperar a que aparezca todo lo que se describe a
continuación:
Lo característico es
presentar una secreción anormalmente excesiva, (cada mujer sabe cuál
es la cantidad de moco que segrega habitualmente, y cuándo está
secretando demasiada para lo habitual en ella), acompañada de
prurito (picor), ardor y malestar. Puede haber dolor al orinar y en
la actividad sexual. También puede presentarse irritación e
hinchazón en vulva y vagina.
Tipos
Aunque hay diversos
gérmenes que pueden ocasionarlo, se destacan como más habituales
seis:
- vaginitis por
cándida,
- vaginitis por
tricomonas,
- vaginitis
bacteriana,
- vaginitis por
clamidia,
- vaginitis
gonocócica,
- vaginitis
viral.
CANDIDIASIS
Infecciones
vaginales por levaduras de un hongo denominado Candida albicans. El
75% de las mujeres con actividad sexual son afectadas al menos una
vez en su vida, y un 10% se hacen recurrentes y dan síntomas
crónicos.
Puede haber
condicones predisponentes: embarazo, diabetes no controlada, uso de
antibióticos o uso de anticonceptivos hormonales y dispositivos
intrauterinos (DIU). Los síntomas frecuentemente se inician una
semana antes o durante la menstruación. El flujo en esta infección
es espeso, blanco con apariencia de "requesón". Esta infección no se
puede considerar una enfermedad de transmisión sexual, estrictamente
hablando, ya que es bastante habitual que se encuentre cándida en la
vagina como parte de la flora saprofita de la que hablábamos antes.
Se puede adquirir además del coito, en toallas, ropa, agua de baño o
malos hábitos higiénicos. Es más frecuente en mujeres en edad fértil
o con tratamientos hormonales y es raro en niñas o después de la
menopausia.
TRICOMONIASIS
Infecciones
vaginales por un microorganismo llamado Trichomona vaginalis. Se
calcula que aproximadamente un 20% de todas las mujeres la tienen.
También hasta un 10% de los hombres pueden ser portadores (esto es,
que tiene el germen pero que no les causa ningún problema, aunque lo
transmiten e infectan a sus parejas sexuales). La principal forma de
transmisión es por contacto sexual; sin embargo, algunos estudios
sugieren una transmisión a través de contacto en baños, con toallas,
trajes de baño y piscinas contaminadas.
Las manifestaciones
más comunes de la vaginitis tricomoníasica es el flujo de mal olor,
picor en la vulva y molestias al orinar. Aunque hay mujeres que
pueden no presentar ningún síntoma, son capaces de infectar a su
pareja (mujeres portadoras).
VAGINOSIS
BACTERIANA (Vaginitis inespecífica)
Las causas de este
padecimiento son múltiples, pero principalmente es provocado por
sobrecrecimiento de Gardnerella vaginalis y Mobilincus spp.
(anaerobio) provocando un desequilibrio en la microflora vaginal.
La principal forma
de transmisión es por contacto sexual. Dentro de los principales
síntomas, la mujer pude presentar picor, ardor vulvar, flujo fétido
(principalmente despues del acto sexual) y grisáceo.
VAGINITIS POR
CLAMIDIA
Está causada por la
Chlamidia trachomatis, es una de las enfermedades de transmisión
sexual más frecuente, y en numerosas ocasiones no produce síntomas.
Puede causar Enfermedad Inflamatoria Pélvica. La clínica es la misma
que para el resto de las vaginitis, sin ningún rasgo esoecial. El
flujo puede aparecer algo manchado de sangre, y es posible que se
sangre después del coito. También se aprecia en ocasiones dolor en
la parte baja del abdomen.
VAGINITIS
GONOCÓCICA
El germen es la
Neisseria Gonorrhoeae, más conocido como "gonococo". La infección
vaginal puede hacer que aparezca un flujo amarillento o teñido de
sangre, así como sangrado tras o durante la relación sexual, y en
general síntomas inespecíficos como los que se han ido mencionando.
VAGINITIS VIRAL
Se trata de una
causa bastante común, ya que numerosos gérmenes causantes de
inflamación genital no pertenecen al grupo de las bacterias, sino de
los virus. Se trata por ejemplo del herpes simple tipo 2, tipo 1, el
papilomavirus humano, y el herpes zóster.
Los virus de la familia herpes causan por lo general llagas
extremadamente dolorosas tanto dentro, como alrededor de la entrada
de la vagina, así como en otras zonas genitales como la vulva.
Los papilomas causan
verrugas, que pueden ser dolorosas. Si no se trata, se sabe que
pueden causar al cabo de los años cáncer de cuello uterino (cerviz).
Se detectan mediante una tinción especial denominada "Papanicolau".
Diagnóstico y
Tratamiento
Dado que es posible
tener más de un tipo de infección a la vez, el auto-diagnóstico y
tratamiento basado en su propia experiencia, no es prudente.
Para poder
determinar cual de los microorganismos mencionados es el responsable
de la vaginitis su ginecólogo debe realizar algunos estudios y puede
observar una muestra del flujo vaginal, en el microscopio.
El tratamiento
depende del tipo de microorganismo que esté causando la infección.
En ocasiones se le indicará tratamiento conjunto a su pareja sexual.
Prevención
La atención especial
a los hábitos e higiene personales puede detener las infecciones
vaginales.
- Evitar ropa
interior sintética y cambiarla por prendas de algodón.
- Suprimir el
uso de duchas vaginales y de "sprays" de higiene íntima.
- Los aseos de
vulva deberán hacerse con agua y jabón (suave).
- Las toallas
higiénicas perfumadas y los tampones pueden causar irritación
vulvar y favorecer las infecciones vulvovaginales.
- Mantenga sus
genitales frescos y libres de humedad: evite las pantimedias y
los pantalones muy apretados, no se deje puesto el traje de baño
húmedo, etc.
- Cualquier
cambio de su flujo vaginal o aparición de picor o malestar
merece una consulta ginecológica.
- Si mantiene
relaciones sexuales catalogadas como "de riesgo", esto es, con
personas que tengan algún tipo de infección que se transmita por
vía sexual, o bien con personas que desconoce si están o no
infectadas, utilice mecanismos de protección desde el primer
momento del contacto sexual, del tipo del preservativo, cuya
seguridad, si se usa adecuadamente, es muy elevada.
Fuente
Compartir este articulo : | | | | |
VER MAS INFORMACIÓN SOBRE ESTA ENFERMEDAD AQUÍ
|