Se trata de un virus que afecta
fuertemente las vías respiratorias y provoca una tos molesta y
constante.
La enfermedad conocida como tos
ferina (coqueluche o convulsiva) es producida por un virus llamado
Bordetella Pertusisc.
Esta molesta enfermedad provoca una
fuerte tos, acompañada en la mayoría de los casos por sintomas tales
como estornudos constantes, apatía, febrícula y falta de apetito.
La incubación puede durar entre 7 y
14 días en los cuales no se presentan síntomas claros de la
enfermedad, siendo el modo más frecuente contagio por medio del
contacto directo a través de la saliva, la tos o el estornudo.
Cuando la
tos ferina se agrava puede ser muy molesta y generar
tos de modo constante y sumamente fuerte, provocando vómitos del
esfuerzo que se produce en las vías respiratorias.
La
tos ferina puede persistir por un período de dos semanas,
iniciándose largos ratos de tos ante el más mínimo estímulo.
Los recién nacidos son la población
que se encuentra más expuesta a sufrirla, provocando fuertes dolores
en el pecho, dificultando la alimentación y pudiendo traer
complicaciones para respirar.
En la actualidad es una enfermedad
que se encuentra controlada, previniéndose con la vacuna contra el
tétanos y la difteria, lo que incluye también a las
tos ferina.
Tratamiento de la tos ferina
Lo más aconsejable es que lo niños al
cumplir los 7 años de edad hayan recibido un total de 5 dosis de la
vacuna DtaP.
La recomendación para que los niños
queden protegidos es mediante el suministro de dosis a los 2, 4, 6,
y 15 meses de edad; suministrando la última vacuna cuando el niños
tiene entre 4 y 6 años.
A diferencia de otras enfermedades,
la
tos ferina se puede padecer más de una vez en la vida ya que no
se genera inmunidad una vez que sucede.
Generalmente el cuadro no presenta
fiebre, por lo que la aparición de altas temperaturas se debe
controlar porque se puede tratar de un diagnóstico más complejo.
La tos ferina (convulsiva) y las
medicinas
El tratamiento más recomendado es
mediante el suministro de medicinas específicas para la
tos con antibióticos activos que atacan las bacterias de la
tos ferina.
Los niños que sufren la
enfermedad, deben permanecer durante 5 días consumiendo
antibióticos y procurando no salir de la casa, para evitar tomar
frío y el posible contagio a los demás ya que se encuentra en el
período más contagioso.
Es sumamente recomendable consumir
abundante líquido, para de este modo evitar una posible
deshidratación y aliviar la dolencia en la garganta provocada por
los ataques de tos prolongados.
En el caso de los más pequeños se
debe tomar la precaución de no compartir la comida ni los juguetes
con otros niños, ya que pudo haber estado en contacto con su saliva.
Fuente
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