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TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA - CAUSAS, SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO

El autismo es un trastorno del desarrollo del cerebro. Las personas con autismo tienen problemas para comunicarse e interactuar socialmente con otras personas
 

También pueden tener patrones de conducta, intereses y actividades inusuales (que no son los habituales).

Hay cinco clases de autismo, por lo cual los médicos usan la expresión trastorno del espectro autista. Los tres tipos principales incluyen:

  • Autismo clásico.
  • Síndrome de Asperger: una forma leve.
  • Trastorno generalizado del desarrollo no especificado (PDD-NOS): usado para describir a un grupo de niños que no encaja en el criterio de los otros tipos.

Existen también dos trastornos de autismo poco frecuentes:

  • Síndrome de Rett: un trastorno del desarrollo neurológico que afecta principalmente a las niñas. Incluye problemas con el movimiento y el habla, además de características autistas.
  • Trastorno desintegrativo infantil: un tipo severo en el que el niño pierde más habilidades físicas, del lenguaje y sociales que en el autismo clásico.

Por lo general, los síntomas del trastorno del espectro autista se observan en los niños antes del tercer cumpleaños, pero sólo se diagnostica en la mitad de los niños antes de que asistan al jardín de infantes. La causa del síndrome de Rett parece ser una mutación genética. A pesar de numerosos estudios, las causas de los otros tipos de autismo siguen siendo un misterio. Algunos estudios sugieren que otras formas de autismo podrían ser hereditarias (genéticas), mientras que otras evidencias señalan a las infecciones o a los efectos de una toxina ambiental (un tóxico o veneno). Algunos médicos creen que el autismo puede ser el resultado de una lesión cerebral o una anormalidad cerebral que ocurre durante el desarrollo en el útero o temprano en la infancia. Otros han presentado pruebas de que el trastorno es el resultado de niveles anormales de químicos llamados neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, que envían mensajes entre las células en el cerebro y los nervios.

El trastorno del espectro autista afecta aproximadamente a 6 de cada 1.000 niños, de todas las características raciales, étnicas y sociales, según la Sociedad de Autismo de América. Todos los tipos excepto el síndrome de Rett son de tres a cuatro veces más comunes en los niños que en las niñas.

Síntomas

Al nacer, un niño con trastorno del espectro autista, a menudo parece normal. Los síntomas pueden aparecer en el primer año de vida, pero quizá los padres no se den cuentan de que algo no está del todo bien hasta que el niño tiene 2 ó 3 años.

Los lactantes con el trastorno del espectro autista podrían responder de manera anormal cuando se les toca. En lugar de dar un abrazo cuando se los levanta, puede que se pongan tiesos o relajen los músculos. Además, es posible que no muestren conductas de desarrollo normal durante el primer año de vida, tales como sonreír al escuchar la voz de la mamá, señalar objetos para llamar la atención de alguien, estirar la mano hacia otras personas o tratar de mantener conversaciones de una sola sílaba. Es probable que el niño no mantenga contacto con los ojos, que parezca incapaz de distinguir entre los padres y los extraños, y típicamente muestre poco interés en las otras personas. Los síntomas varían desde leves a severos.

Algunas conductas asociadas con el autismo incluyen:

  • Trastornos del juego: por lo común, un niño con trastorno del espectro autista ignora a otros niños y prefiere jugar solo. Es posible que el niño pase horas colocando objetos en una línea de manera repetida, sentado en silencio en un estado parecido al de un trance o concentrado en un solo objeto o en un tema. Cualquier intento para distraerlo puede provocar un estallido emocional. Generalmente, los niños con el trastorno del espectro autista no participan en juegos de fantasía.
  • Trastornos del habla: es posible que un niño con trastorno del espectro autista no hable mucho o permanezca en silencio. Cuando habla, las palabras pueden ser un eco de lo que otra persona dijo. La manera de hablar puede ser diferente. En lugar de decir: “Quiero un emparedado (sandwich)”, el niño puede preguntar “¿Quieres un emparedado?”
  • Conductas repetitivas: un niño con trastorno del espectro autista podría tener conductas repetitivas, como repetir la misma frase o un movimiento en particular. Es común que aplaudan, chasqueen los dedos, se sacudan, se balanceen y agiten las manos.
  • Conductas anormales: los niños con trastorno del espectro autista podrían presentar rutinas obsesivas, como querer tomar el mismo camino a la escuela todos los días o dar una vuelta antes de entrar a una habitación o que podrían desarrollar  preocupación intensa por algo, como las partes de los objetos o una actividad en particular. Algunos pueden volverse hiperactivos, agresivos, destructivos o impulsivos. Otros pueden lastimarse a sí mismos de manera intencional.

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en los antecedentes del desarrollo de su niño a través del tiempo, las observaciones de su comportamiento (solo y con otros) y los resultados de pruebas que evalúan sus habilidades en el lenguaje, de coordinación motriz, de audición y de visión. En algunos casos, se solicitarán pruebas para descartar la existencia de otras enfermedades que pueden, algunas veces, parecerse al autismo, como el síndrome del cromosoma X frágil.

Duración

El trastorno del espectro autista es una enfermedad que dura toda la vida.

Prevención

Como no se conocen las causas de la mayoría de los tipos de trastorno del espectro autista, no hay manera de prevenirlo.

Tratamiento

A la vez que no hay cura para el trastorno del espectro autista, los síntomas de un niño pueden mejorar con un tratamiento intenso que generalmente incluye:

  • Educación: los educadores desarrollan un programa de educación individualizado para tratar los problemas específicos del niño. Esto generalmente incluye terapia del habla y del lenguaje y también puede incluir habilidades sociales y capacitación de tipo práctica para desenvolverse en la vida.
  • Manejo de la conducta: las estrategias de modificación de la conducta incluyen el refuerzo positivo (recompensar la “buena” conducta), “time out” (“tiempo fuera”, por ejemplo- sacar al niño del aula para que se tranquilice) e intervenciones conductuales completas. El objetivo es aumentar la conducta apropiada y reducir los comportamientos inapropiados, como las lesiones auto infligidas (que se hace él mismo).
  • Medicamentos: no hay un medicamento que trate eficazmente todos los síntomas del autismo. En algunos niños, los medicamentos antipsicóticos, por ejemplo la tioridazina (Mellaril), la risperidona (Risperdal) y la olanzapina (Zyprexa, Zydis), pueden reducir algunos síntomas asociados con el autismo, como la agresión, la irritabilidad y la conducta repetitiva. Sin embargo, estos medicamentos también tienen efectos secundarios no deseados. Los antidepresivos como la fluoxetina (Prozac) y la clomipramina (Anafranil) pueden tratar la depresión y las conductas repetitivas (obsesivo-compulsivas). Los medicamentos para la ansiedad como el lorazepam (Ativan) pueden usarse para las conductas relacionadas con la ansiedad. El metilfenidato (Ritalin) puede usarse para tratar la conducta hiperactiva o impulsiva.

Algunas personas creen que los cambios en la dieta, las medicinas con hierbas y otras formas de medicina complementarias pueden ayudar a los niños autistas. Los investigadores están estudiando estos tratamientos, pero hasta ahora no hay suficiente información para recomendarlos. Algunos de los tratamientos usados pueden ser peligrosos o tener efectos secundarios, entonces, asegúrese de hablar con el médico acerca de cualquier tratamiento que pueda estar considerando.

Cuándo llamar a un profesional

Llame al médico si su pequeño no trata de comunicarse con otras personas, si repite palabras o ciertas acciones una y otra vez o no parece querer jugar con otros niños como sería de esperar. Llámelo inmediatamente si su hijo trata de lastimarse a sí mismo(a).

Pronóstico

Los comportamientos difíciles observados en niños autistas tienden a mejorar entre los 6 y los 10 años. Sin embargo, los problemas pueden reaparecer durante la adolescencia y los años adultos y finalmente se atenúan nuevamente hacia la mitad de la vida y posteriormente. Algunos niños con autismo son capaces de vivir de manera independiente. Otros pueden luchar para mantener interacciones sociales, comunicación y conductas normales.

Los expertos creen que entre más rápido se haga el diagnóstico del trastorno del espectro autista y se inicie el tratamiento, mejor puede ser el pronóstico.

La expectativa de vida depende de si la persona tiene otras enfermedades (como epilepsia), además del estado de salud general de la persona. Fuente

 

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