El
colon es la porción final del intestino grueso, donde se
acumulan las heces antes de ser evacuadas. Debido a la acumulación
de sustancias de desecho, se trata de un lugar propicio para la
aparición de un cáncer. De ahí la importancia de llevar una dieta
que favorezca el tránsito intestinal y reduzca al máximo el tiempo
de permanencia de las heces en el colon.
El
cáncer de colon tiene una alta incidencia en la población,
aunque su detección es relativamente fácil y se desarrolla durante
un prolongado espacio de tiempo. A pesar de ser un tipo de
cáncer que, según la American Cancer Society, es uno de los que
más muertes provoca en Estados Unidos, si se efectúa un diagnóstico
precoz, las posibilidades de salir airoso del
cáncer de colon son bastante elevadas.
Causas del cáncer de
colon
Son diversas las causas que pueden
predisponer a una persona al desarrollo del
cáncer de colon. La edad es un factor determinante, ya que la
mayoría de afectados son mayores de 50 años. También se ha observado
que la prevalencia de la enfermedad es superior en los hombres. La
dieta es otro elemento muy a tener en cuenta. Una alimentación pobre
en fibra y rica en grasas aumenta considerablemente las
posibilidades de contraer la enfermedad. Es aconsejable limitar el
consumo de comidas ricas en grasas, aumentando el consumo de frutas,
verduras, pescado y pollo. El factor hereditario es otro aspecto
asociado a la enfermedad. Las personas que han padecido o padecen
pólipos benignos de colon o recto, colitis ulcerosa u otros tipos de
cáncer como los de útero, ovario o mama, tienen también una mayor
predisposición a padecer cáncer de colon. Una causa perfectamente
evitable es el estilo de vida; sobre todo en la relativo a llevar
una vida sedentaria, el tabaquismo o la obesidad. Igualmente
recomendable es moderar el consumo de bebidas alcohólicas y mantener
una actividad física acorde con la edad.
Síntomas del cáncer
de colon
El
cáncer de colon se inicia con la formación de un pólipo de
carácter benigno. La sintomatología se manifiesta avanzado ya el
proceso, caracterizándose por una serie de indicios como:
- Inapetencia.
- Diarrea.
- Estreñimiento.
- Vómitos.
- Sangre en las heces.
- Cambios en la consistencia de
las heces.
- Modificaciones en los ritmos
intestinales.
- Dolor abdominal.
- Pérdida de peso sin motivo
conocido.
- Cansancio.
Tratamiento del
cáncer de colon
Para determinar los diferentes
estadios del
cáncer de colon se utiliza la siguiente escala:
- Etapa 0: cáncer incipiente en la
capa más interna del intestino.
- Etapa I: cáncer en capas
internas del colon.
- Etapa II: cáncer diseminado en
la pared muscular del colon.
- Etapa III: cáncer diseminado en
los ganglios linfáticos.
- Etapa IV: cáncer diseminado en
diferentes órganos.
Actualmente suelen seguirse varios
tratamientos en función de las características de la enfermedad.
La cirugía puede practicarse en
distintas fases de la enfermedad. En la fase inicial se extrae
un pólipo para ser analizado mediante el colonoscopio. Si los
resultados lo aconsejan se procederá a extirpar el
cáncer, así como parte circundante de la zona sana,
limpiando a continuación los ganglios de la zona. En cuanto a
los efectos secundarios, a veces se observa debilidad o dolor en
la zona afectada y, ocasionalmente, diarrea que desaparece con
el tiempo. En algunos casos se practica la colostomía, que puede
ser transitoria o permanente, y que consiste en una apertura del
colon hacia el exterior, por lo que la persona llevará una bolsa
especial externa donde se recogen las heces. La colostomía
permanente se realiza con poca frecuencia en la actualidad.
La radioterapia es otra posibilidad
para tratar este tipo de
cáncer. En este caso se aplican rayos de alta energía en la
zona afectada para destruir las células cancerosas. Pueden
aplicarse antes o después del tratamiento. En el primer caso con
el objetivo de reducir el tumor y extraerlo con mayor facilidad,
y en el segundo, a modo preventivo, para acabar con las células
que pudieran haber quedado.
La quimioterapia es un
tratamiento que se administra habitualmente después de la
operación quirúrgica. Los fármacos destruyen las células
cancerosas –y también las sanas– a través de un tubo insertado
en la vena –catéter– mediante un sistema de bombeo. Los efectos
secundarios incluyen náuseas, vómitos, diarrea, fatiga y caída
del cabello, aunque este después vuelve a crecer.
Y por último está la
inmunoterapia, que consiste en la estimulación o restauración
del sistema inmunológico del organismo. A tal efecto se utilizan
bien productos naturales o bien fabricados en el laboratorio.
Las contraindicaciones de este tratamiento se traducen en una
serie de síntomas parecidos a los de la gripe, como pueden ser
escalofríos, fiebre o debilidad general.
Con el diagnóstico precoz, el
cáncer de colon hasta la etapa III se considera curable,
mientras que en la etapa IV, raramente lo es.
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